El domingo 15 de abril en kabbalah celebramos la Luna Nueva de Tauro, a diferencia de la astrología tradicional que celebra la Luna Nueva en Aries. En kabbalah nos regimos por el calendario Lunisolar, si quieres profundizar más, puedes acceder a este artículo que publicamos hace un tiempo: La Luna Nueva cada mes. Cada Luna Nueva en kabbalah marca el inicio de la energía del signo que corresponde y se trabaja y pone foco a los temas relacionados con este signo, en este caso tiene relación con la energía de Tauro.
La kabbalah nos enseña que podemos estar por sobre la influencia de los astros, si es que nos conocemos a nosotros mismos y aprovechamos la energía disponible. A mayor nivel de consciencia y conocimiento menos control tienen los astros sobre nosotros. Por esto es que debiéramos enfocarnos más en nuestro propio proceso interno, trabajando en lo que debemos mejorar, más que a la gran cantidad de energías circundantes.
¿Queremos ser personajes secundarios en nuestra vida o queremos ser el protagonista de esta?
La kabbalah enseña a hacernos cargo, a no dejarme llevar y a no culpar a los astros por mis acciones, lo que me sucede yo lo atraje, no hay casualidades, somos responsables de lo que nos pasa, lo bueno y lo malo. Los sabios kabbalistas se regían por energías que están por sobre los astros, y por experiencia propia lo he vivido, se puede complementar con la astrología tradicional, pero si realmente queremos aspirar a más, tenemos que ponernos por sobre estas fuerzas, en la astrología están pasando cosas todo el tiempo, y si nos dejáramos influir por estas energías seríamos como una pluma flotando al viento.
Nuestra consciencia debe estar por sobre estas influencias, es decir, ser proactivos y no dejarnos influenciar por tránsitos duros que hayan en el momento, sí aprovecharlos, somos Luz, tenemos la fuerza y poder para realizar nuestros sueños y todo nuestro potencial, somos más que el 1%, somos más que el mundo material, somos un alma con energía infinita.
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